
Se cuentan al menos 150.000 especies de mariposas en todo el mundo. Las mariposas que se ven en los jardines, son diurnas, (están activas durante el día). Los colores vivos de sus alas se deben a unas minúsculas escamas que le recubren. Estas escamas son las que constituyen el polvillo que se te queda en la mano cuando tocas una mariposa. La mariposa se alimenta de néctar de las flores, de la savia de los árboles o del jugo de los frutos con ayuda de su larga trompa. En reposo, ésta se enrolla sobre sí misma (como se puede apreciar en la fotografía). Al desplazarse de flor en flor, la mariposa transporta el polen; así participa en la reproducción de las flores. La hembra pone unos huevos de donde salen las orugas después de 1 o 2 semanas. Entre 10 días y... 1 año más tarde, la oruga se transforma en mariposa. Según la especie, la mariposa vive de unos días a 6 meses, raramente más. En invierno, algunas mariposas hibernan bajo las hojas o en una cueva; otras, en cambio, realizan largas migraciones (¡algunas se van hasta África!).
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